Ya con la nueva remezcla del álbum Revolver de The Beatles en nuestras manos, redescubramos juntos su icónica portada.
Una obra maestra experimental musicalmente hablando, además con un nombre poderoso y de múltiples significados como el del girar mismo de los discos (Revolv en inglés), o el arma de fuego letal y bien conocida, o el re-evolucionar (Re-evolv), todo ello necesitaba de un arte y portada coherentes. Esta labor titánica recayó en la primavera de 1966 sobre los hombros de Klaus Voorman, bajista, artista visual y amigo de los Beatles.
Tras escuchar las maquetas y avances que John Lennon le mostró de lo que se convertiría en el séptimo álbum del grupo, el artista visual alemán se decantó por una visión que le valdría el Grammy en 1967 por el arte de la ahora mítica portada.
Voorman de 84 años, afirma que no se arrepiente de ninguna de sus decisiones, y que no cambiaría absolutamente nada de las imágenes que entregó hace 56 años y que, según la leyenda, hicieron llorar a Brian Epstein al verlas. Pero eso lo ampliaremos más adelante.
Tras escuchar las maquetas de varias canciones todo parecía ir bien, pero de pronto el track definitivo que inspiraría el arte en la mente del alemán se hizo escuchar. Era “Tomorrow Never Knows”, el brutal himno psicodélico de John Lennon que cierra el plato. “No esperaba eso” dice Voorman, “las cintas de las guitarras y hasta los platillos tocadas al revés, el solo de guitarra, todo me sacudió inmediatamente”.
Lo cierto es que el grado de experimentación alcanzado tenía nerviosos a todos, especialmente a Brian Epstein, mánager del grupo, debido a que no estaban seguros si los fans tomarían a bien la orientación radical que su música estaba adquiriendo.
Voorman se subió a ese mismo tren, buscando lo atípico, romper los clichés, y pensó que a los fans comunes les gustaban las fotos en una portada, y entre más fotos, mejor. Así que le pidió a los integrantes llevarle fotos caseras sin importar la calidad de estas, todas las que pudieran.
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Tras escoger las mejores, buscó un hilo que las unificara. La respuesta fue el cabello de los Beatles, algo que había definido su imagen durante las distintas etapas de su carrera.
“Sus cortes de cabello eran sensacionales” dice Voorman, y además quería brindar una sensación psicodélica a la portada; por ello pensó en algo “con cabello, mucho cabello”.
Durante la presentación del arte de Revolver al grupo y con la preocupación aún latente sobre si esta nueva música sería aceptada o no por el público, Voorman afirma que efectivamente Brian Epstein lloró de felicidad, pues le dijo que había logrado crear un puente entre el nuevo sonido Beatle y los fans de toda la vida.
Misión cumplida.
Escucha Revolver, abajo.