SPOILERS ALERT
La temporada final de Succession comenzó el pasado 26 de marzo y el capítulo que daría inicio al final de la serie protagonizada por la familia Roy, abrió con Kendall, Roman y Shiv (a.k.a The Rebel Alliance) decidiendo sobre qué hacer con The Hundred, el emprendimiento independiente de los tres hermanos, lo que finalmente deriva en ellos comprando Pierce, ofertando por encima de su padre y robándole el negocio que desde tanto tiempo atrás había estado persiguiendo.
Para el segundo episodio las tensiones estaban a flor de piel y ahora, Sandi y Stewy buscarán ganar el voto de Kendall, Roman y Shiv para aplazar la fusión de GoJo con Waystar Royco y así poder renegociar el precio final de venta y sacar una tajada más grande, todo aquello al tiempo en el que el ensayo de la boda de Connor y Willa se lleva a cabo —o no— de manera escandalosa. Lo que termina con los hermanos Roy —luego de haber tomado la decisión de votar en contra y dar luz verde a las negociaciones con GoJo— y Logan en un karaoke de la ciudad en una pelea de insultos y extrañas maneras de pedir perdón.
Y es que en esta serie creada por Jesse Armstrong, las traiciones están a la orden del día, nunca se sabe en quién se puede confiar o quién está actuando en pro de sus propios beneficios, una producción que ha estado llena de twists interesantes que mantienen al espectador pegado al televisor, esperando, a cada final, que ya llegue el episodio del siguiente domingo. Tal fue el caso de la semana pasada, cuando todo parecía indicar que Roman, traicionaría a sus hermanos y regresaría a trabajar a ATN junto a su padre, pero claro… fue este fin de semana cuando llegó el cliffhanger más grande de todos.
Estamos apenas en el tercer capítulo y los creadores de Succession ya nos quitaron el aliento, luego de ver el que quizás es el más grande de los plot twists hasta el momento. El episodio «Connor’s Wedding» sin duda fue uno caótico, en medio de una boda que comenzaba en un ferry, una novia que a todas luces quiere salir huyendo de ahí y un novio obsesionado con el pastel, llega una llamada por demás inesperada.
Tom Wambsgans, —quien se encontraba en un avión junto a Karolina, Frank, Karl, Kerri y Logan de camino a Suecia para negociar con Matsson— le avisa a Roman Roy que su padre repentinamente se sintió mal y están dándole compresiones cardiacas, de ahí todo se pone de cabeza —y los que vieron el capítulo en tiempo real, saben la angustia y desesperación que los personajes transmitían aún a través del televisor—.
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La muerte de Logan fue una de las más inesperadas de la serie, pero de acuerdo a Kieran Culkin, fue uno de los episodios más emocionantes de grabar. «Connor’s Wedding» tenía una secuencia clara, «luego de la llamada telefónica, todo tenía que volverse una emergencia y sentirse como una», explicó Jeremy Strong en un clip de la producción. El capítulo fue grabado con cámaras análogas, lo que significaba que cada 10 minutos debían recargarlas. Mark Mylod, director del episodio, explicó que tenían tres cámaras en el set, cada una cargándose en momentos diferentes para captar todo lo que sucedía «en tiempo real» mientras Logan estaba en un avión muriendo.
Quizás, uno de los momentos más emotivos fue aquel que no estaba planeado: el abrazo final de Kendall, Shiv y Roman Roy al terminar la declaratoria ante los medios de los trágicos sucesos, un instante que no era parte del guion y que fue completamente improvisado por los actores.
Así, Succession nos deja al borde del abismo con ganas de más, por lo que la producción compartió un adelanto de lo que podremos esperar en los siguientes episodios de la temporada final. No te pierdas el avance, abajo.
