Saw X llega como una precuela que se sitúa entre Saw 2 (2005) y Saw 3 (2006). Todo comienza al ver a John Kramer (Tobin Bell) padecer lentamente el inevitable diagnóstico terminal de cáncer cerebral, el cual le da como panorama un máximo de 3 meses de vida. El diagnóstico hizo que la mente de Kramer ideara una de las trampas más grotescas de la saga: una máquina succionadora de ojos. En su sueño vivido, la utilizó en un joven que trabajaba en el hospital donde nuestro protagonista se atendía
Kramer, aún con las indicaciones médicas, decide no dejarse morir sin intentar buscar alternativas que le permitan extender su tiempo de vida, o quizá hasta recuperarse del cáncer. Al unirse a un grupo de pacientes terminales, conoce a Henry, y este le cuenta de un tratamiento alternativo que no solo lo ayudó a extender su tiempo de vida, sino a ser un paciente en remisión.
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Con la esperanzadora idea de un tratamiento para recuperar su salud, John investiga más sobre los involucrados en este proyecto tan prometedor. Los médicos que aseguraban un resultado más que favorable para sus pacientes insistían en que su tratamiento no era tan conocido debido a la «avaricia» de las industrias farmacéuticas. John finalmente emprende un viaje a la Ciudad de México, sede donde recibiría las atenciones médicas, siendo recibido por una joven de nombre Gabriela y un niño con el que Kramer tiene una interacción bastante agradable. Luego de someterse a la intervención quirúrgica encabezada por la doctora Cecilia, Kramer toma un tiempo de descanso, disfrutando su tiempo en la capital mexicana.
Un factor que llama la atención es el grado de hipocresía que envuelve al protagonista, pues Kramer estuvo diseñando la mítica trampa de la llave en un ojo —la cual es una de las más recordadas en la franquicia de Saw—, pero al estar en remisión, John opta por desechar sus recientes diseños y considerar alejarse de todo el concepto de Jigsaw y sus macabros juegos.
La película no solo nos muestra un grado de vulnerabilidad en uno de los asesinos más inteligentes del cine slasher, también deja marcada una realidad de cómo muchos pacientes desesperados por recuperar su vida y su salud caen en las estafas de grupos criminales que no dudan en jugar con su anhelo de vivir. Kramer, a pesar de ser muy inteligente, en esta precuela se le ve como un hombre que no quiere perder la batalla contra el cáncer, un ser humano con doble moral que solo usaba su enfermedad para poner en práctica su retorcida idea de obligar a otros a «valorar» la vida y castigar a quienes se aprovechan de los más vulnerables.
Si eres fan del género slasher, Saw X cumple con todo lo bueno que 19 años ha ofrecido esta saga, un giro en la trama que te mantiene pendiente de los métodos de venganza que emplea Kramer en los estafadores que se vendían como médicos. Si eso no fuera suficiente, la película mantiene la esencia violenta y sin reservas de mostrar en pantalla las muertes de los personajes que poco a poco caen en el espiral que Jigsaw, Amanda (Shawnee Smith) y Billy el títere, tienen preparados en esta cinta que redime los errores que se vieron en Jigsaw (2017) y Spiral (2021).
Si quieres empezar a disfrutar de un mes de octubre con buenas opciones de películas de terror, Saw X es una buena elección para la audiencia de estómago fuerte, ya que, en esta precuela, si algo abunda, son la sangre y los efectos más que gráficos en la ejecución de las trampas.
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