Everything I Though It Was, el nuevo álbum de Justin Timberlake, llega después de una espera de 6 años, pero no alcanza a cubrir las expectativas de los fans ni de la crítica.
El pasado 15 de marzo Justin Timberlake estrenó su nuevo álbum, Everything I Though It Was, después de una pausa de 6 años. Los fans del nombrado “príncipe del pop” habían estado esperando nueva música desde 2018, pero este nuevo lanzamiento se estrenó ante una aparente tormenta de críticas y una recepción tibia por parte de sus aficionados.
El ex integrante de NSYNC había estado creando mucha anticipación por su nuevo álbum, empezando con una reunión sorpresa de su antiguo grupo, la primera desde 2013. Tomó lugar en el teatro Wiltern de Los Ángeles durante el concierto One Night Only de TImberlake. El grupo tocó muchos de los clásicos que los hicieron famosos, además de anunciar una nueva canción, Paradise. Timberlake también apareció en un Tiny Desk Concert, donde a lo largo de 25 minutos, él y los 14 miembros de su banda tocaron clásicos como Rock Your Body, SexyBack yWhat Goes Around… Comes Around. El concierto se estrenó el mismo día que su nuevo álbum a través del canal de NPR.
Las críticas del álbum podrían hacer al público esperar un producto aburrido y carente de creatividad, reflejando a un artista completamente desconectado de su audiencia y el género que lo hizo ganar 10 Grammys. Mientras que la duración de 18 canciones (1 hora 17 minutos) es sin duda más larga que el estándar y hace que el disco exceda un poco su estadía, este nuevo proyecto tiene un poco para todos.
Justin Timberlake no parece querer revolucionar nada, en vez, trata de reencarnar un poco de su antiguo estilo, mientras que introduce algunas tendencias nuevas en un aparente afán de mantenerse relevante entre una audiencia más joven. Son esas dos ideas que conflictúan el flow del álbum. La falta de compromiso a cualquiera de los dos enfoques deja a este proyecto en un limbo que no se permite evolucionar en terrenos nuevos, ni expresarse bajo un panorama que habría dominado antes.
Si pretendiéramos usar el arte como medio para conocer a su creador, podría ser acertado describir a Timberlake como un artista inseguro de su lugar en el mundo. Atorado entre la gloria del pasado y el olvido que plaga a esta industria con gustos tan cambiantes, no sabe si aceptar su lugar dentro de la eterna rotación de talento, o adaptarse y mantener una relevancia que sería vivida por poco tiempo. Aun así, la falta de consistencia y la larga duración dejan una oportunidad para que cualquier persona pueda encontrar una canción dentro de este álbum para disfrutar.
