´Interestelar´: El drama que conmovió a una industria

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Este año se cumple el décimo aniversario del épico de ciencia ficción, Interestelar. Es raro encontrar a alguien que ame el cine y no ame a Christopher Nolan. Como director tiene un estilo muy definido que te hace reconocer cuando estas viendo una de sus películas, incluso si no sabes qué es lo que estas viendo.

Ha sido aclamado por ser una de las mentes más visionarias en la industria, no solo por su afán de filmar de manera práctica algunas de las escenas de acción más ridículas (en este caso siendo un cumplido), sino también por la confianza que tiene en la audiencia en seguir su estructura no lineal que juega con el tiempo y espacio.

Aunque a veces nos puede dejar algo confundidos y tengamos que volver a ver la película para entenderla por completo, revisitar su trabajo no se siente tedioso. Con cada vista sientes que descubres otra capa de la narrativa y te acercas más a los personajes, y tal vez entiendes un poco más a la mente que los trajo a la vida. La exploración de la filosofía y humanidad que nos ofrece sobre sus personajes es comparable con pocos, y uno de los mejores ejemplos es la causa de esta reseña, Interestelar. Precaución de algunos spoilers.

La historia toma lugar en 2067, un futuro distópico donde las cosechas del mundo son escazas y se lucha por sobrevivir en un planeta moribundo. Sigue a Joseph Cooper (Matthew McConaughey), un expiloto para NASA y viudo con dos hijos, que debe emprender una misión a través de un hoyo negro para encontrar un mundo habitable para la raza humana.

Tomando la premisa por sí sola, Interestelar suena como una película que ya viste. Es común en la ciencia ficción reciclar los mismos tropos que han sido utilizados desde que surgió el género. La tarea del autor recae en usar esos mismos tropos en contra del género y darle a su audiencia algo que no esperaba. Interestelar definitivamente entrega en este frente.

El corazón de la película se encuentra en el núcleo familiar que nos presenta, casi opacando la misión por salvar al mundo. Es una historia de un padre dispuesto a hacer lo que sea por darle un mejor futuro a sus hijos, incluso si eso significa abandonarlos. No es por desacreditar la fantástica tensión y acción que Nolan nos presenta a través de esta aventura en el espacio. Cada desarrollo dentro de la misión es perfectamente construida, atada a efectos visuales que te llegarías esperar de este director. Uno de los momentos más tensos es presentado durante una secuencia en la que el personaje de McConaughey debe de anclar su nave a una estación, que acompañada de la música de Hanz Zimmer, te obliga a aguantar la respiración hasta que acaba.

La escala de esta cinta es gigantesca, pero por más que nos pueda dejar con la boca abierta, es la manera en la que nos deja los ojos llorosos que esta película sobresale. En medio de toda la acción y el futuro de la humanidad en juego, el momento más memorable se presenta cuando Joseph Cooper revisa los videoblogs mandados por sus hijos después de que pasaran años en la Tierra, rompiendo la promesa que le había hecho a su hija de regresar. La actuación de McConaughey solo en esa escena amerita ver la película.

Acompañando a McConaughey está Anne Hathaway, Jessica Chastain, Casey Affleck, Matt Damon y Michael Caine. Cada actor trae lo mejor que tienen por ofrecer y cada uno destaca con el tiempo que tienen en pantalla. Matt Damon en particular, que aparece a mitad de la película, es una de las mejores sorpresas. Personificando a un astronauta varado y al borde de la muerte, logra encapsular la desesperación e instinto de supervivencia a la perfección, apareciendo más como un animal lastimado que persona. Refleja un lado primitivo y feo que se esconde debajo de todos nosotros, y aunque nos puede hacer odiarlo, nos enseña lo que puede hacer una persona llevada a sus límites.

La música de Zimmer, colaborador frecuente de Nolan, amarra toda la película. No es nada nuevo mencionar el genio de este hombre, pero nunca deja de sorprender. Hace que se nos paren los pelos en el brazo en una escena y luego pisotea tu corazón en la siguiente. Los temas de cada personaje son perfectos, reflejando cada emoción y pensamiento con cada nota.

La duración de 169 minutos podría perder a algunas personas, no es una película ligera. Se esmera en explicar también como puede la ciencia que hace posible la trama, y hace un buen trabajo haciéndolo, pero si no estas dispuesto a sumergirte dentro del mundo y las reglas, puede que se te complique verla. Sacando eso del camino, el twist final es otro lleno de emoción que ata a la perfección la historia y que probablemente te robe otras lágrimas.

Interestelar es Nolan en su pique. Es una película que mientras más pase el tiempo generará más reconocimiento. Es atemporal, el perfecto balance para los efectos visuales entre digitales y prácticos posibilita no sentir el desconecte que hay con otras películas del género de los 80s, que al revisitarlas prácticamente se ven los cables en el techo. Por otro lado, el drama familiar no solo permite poder verla varias veces, si no poder verla en 40 años y aún tener algo con que relacionarnos.