El estreno teatral más esperado del año, reúne una puesta en escena del nivel de Broadway, estupendas actuaciones y por supuesto desborda las emociones de aquellos que crecieron con la película de la leyenda de la pequeña princesa de la familia Romanov.
Esas grandes canciones que llevaron a la película animada a ganar importantes premios y sobre todo a convertirse en un referente para varias generaciones, están presentes en esta magnífica producción, una de las mejores que ha presentado OCESA en su cuarto de siglo produciendo teatro de la más alta calidad.
Un fantástico montaje, dividido en tres áreas, una central con piso giratorio apoyada por una gran pantalla que transporta de una sala del castillo a un campo o el puente Alexander en París, no hay límites. Las otras dos áreas son plataformas laterales giratorias que igual se convierten en mesas, barras de cantina, gradas de la opera, árboles o lo que sea necesario, también cuentan con otras cuatro pantallas las cuales giran durante la obra creando una ilusión escénica fascinante. Con novedosos recursos tecnológicos, con un trabajo notable tras bambalinas de profesionales que lo hacen posible.
Mención especial a la orquesta que musicaliza toda la obra, en ocasiones estás tan absorto con ella que pierdes la noción, pero al detrás, de cada emoción está la musicalización que es una protagonista más indispensable.
Hablando de protagonistas, cabe destacar la presencia de Mariana Dávila, una hermosa princesa que interpreta a Anastasia y lo hace de forma espectacular, canta perfectamente las famosas canciones y guía a todo el resto del elenco durante las más de dos horas de duración. Todo el elenco cumple con brillantes actuaciones e interpretaciones, destaca la voz de Manuel Corta (Vlad) con una gran potencia, pero no hay excepción las bailarinas actuan y realizan conocidos extractos de ballet mientras todos los demás dan vida a diversos personajes de la obra.
El vestuario también es algo fabuloso, ayuda a contar toda la historia, es definitorio de cada situación, cientos de trajes desde militares, de la realeza, de campesinos, vagabundos, etc.
Podríamos seguir hablando de todo lo espectacular que ofrece esta puesta en escena, pero ninguno será suficiente o mejor que la experiencia de vivirlo y disfrutarlo personalmente.
Es una temporada corta, no dejen la oportunidad de disfrutar del mejor teatro que se hace en nuestro país, del nivel del mejor del mundo.
