Después de casi seis años de haber estado fuera de los escenarios y sin lanzamientos de nueva música, Rihanna se presentó en el show del medio tiempo del Super Bowl LVII en el State Farm Stadium en Phoenix, Arizona, transmisión que suele tener un aproximado de 100 millones de espectadores. La cantante ofreció una presentación de muy alta calidad, en el que la combinación del setlist, la producción, iluminación y coreografía hicieron que ésta lograra estar a la altura de las expectativas del público.
La cantante abrió su presentación con la canción «Bitch Better Have My Money», en la que elevada en una plataforma iluminada, sorprendió al público con el anuncio de su segundo embarazo, mismo que no la limitó para dejar todo en el escenario durante los 13 minutos del show en el que interpretó algunos de sus más grandes éxitos como «Where Have You Been», «Only Girl (In The World)», «We Found Love», «Rude Boy», «Work», «Pour It Up», entre otras.
Rihanna no tuvo invitados sorpresa durante la presentación, sin embargo estuvo acompañada de un gran grupo de bailarines vestidos de blanco que la hicieron destacar en su atuendo completamente rojo y cuya coreografía de alto nivel complementaron a la perfección la interpretación de la artista.
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Por otro lado, la producción del show destacó por las plataformas que se elevaban en distintas alturas en la que pudimos ver tanto a la cantante, como a sus bailarines, además de una pasarela roja que funcionó como el escenario principal, todo acompañado de una iluminación impecable y ráfagas de fuegos artificiales que encendían la noche.
Tras interpretar una de los éxitos favoritos del público, «Umbrella», Rihanna cerró el show de medio tiempo con broche de oro al interpretar «Diamonds», una de sus canciones más populares , en el que portó una larga capa roja y se elevó en el aire en una de las plataformas. La cantante no dudó en mostrar el gran potencial de su voz, dejando al público con piel de gallina y satisfechos con la excelente calidad de su presentación.
