‘Barbie’: Más que una muñeca, un símbolo de inspiración

Barbie

Greta Gerwig, en Barbie con su visión en la dirección, cautivó al público con una novedosa visión de la muñeca más popular de la historia, alejándose de los tradicionales cuentos románticos que solían marcar en sus películas animadas en la década del 2000. El elenco estelar, liderado por las destacadas actuaciones de Margot Robbie y Ryan Gosling, ha sido uno de los más acertados fichajes realizados por Warner, añadiendo un toque de prestigio y encanto a esta producción.

Barbieland es una sociedad matriarcal excepcional, todas las mujeres irradian confianza en sí mismas, autonomía y logros sin igual. Mientras los Kens, sus contrapartes, disfrutan de placenteras y divertidas jornadas recreativas en las playas, las Barbies desempeñan roles clave en la sociedad, ocupando puestos de gran relevancia, desde médicos y abogados hasta destacadas figuras políticas.

Ken está completamente enamorado de Barbie, aunque él quiere una conexión más cercana y romántica con ella, se marca que su amada tiene una visión más independiente de la vida, pero Ken anhela formar parte importante en el mundo de Barbie.

Barbie, es una película que va más allá de su divertida dinámica entre protagonistas, nos deleita con una cautivadora dualidad entre la belleza y la fortaleza que representa ser mujer. Al adentrarse en el mundo real, la estereotipada muñeca enfrenta un entorno patriarcal que no solo impone estándares de belleza en los medios de consumo diario, sino también angustias que toda mujer ha enfrentado bajo este sistema.

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Se abordan con seriedad temas como el acoso, la opresiva definición de feminidad que encasilla y compara a las mujeres, y la invalidación de sus sentimientos y emociones. Con la maestría de Greta Gerwig, se destaca cómo el sistema patriarcal también somete a los hombres, limitándolos en reconocer sus emociones y mostrar vulnerabilidad.

Sin olvidar la realidad empresarial, la cinta pone en evidencia cómo muchos productos dirigidos al público femenino son creados y mercadeados sin el verdadero aporte de mujeres en el proceso. La belleza visual de la película es un deleite para los sentidos, ofreciendo una carta cinematográfica que evoca reminiscencias de clásicos como El Mago de Oz de 1939, sin saturar la producción con efectos CGI.

Además, Barbie no sólo nos presenta la evolución de los protagonistas, sino que también permite a Ken encontrar significado y propósitos independientes de Barbie, valorando su individualidad y emociones. Una narrativa que ensalza la importancia del autoconocimiento y la valoración personal sin depender del amor romántico.

 En definitiva, Barbie es una película que merece ser experimentada en la gran pantalla. Una verdadera joya cinematográfica que se posiciona como una de las mejores del año, y que va más allá de ser un simple entretenimiento. Con una narrativa profunda y conmovedora, esta producción invita a todas las mujeres a reflexionar sobre su propia identidad y valía en un mundo que a menudo intenta definirnos.

Así que, queridos xplorers, no duden en sumergirse en esta película que trasciende los límites de una simple historia de muñecas.

Foto: Twitter/ @barbiethemovie