Hoy en día una colección musical que se respete debe contener al menos uno de estos cabezones muñecos surgidos hace poco más de una década.
Al cierre de esta edición se anunciaban los dos últimos lanzamientos de la compañía originaria de Washington, E.U. y cuyo nombre proviene de las palabras Fun y Company (Compañía y diversión) mutando éste finalmente a “Funko”: Se trata de Ronnie James Dio y Dee Snider (Twisted Sister), dos reconocidas gargantas del género metaloso.
Recordemos que los primeros modelos de la ahora exitosísima línea “Pop!” provenían no de rockeros, sino de superhéroes de DC Comics, que fueron las primeras licencias que trajeron éxito a la compañía cuando trascurría el año 2010.
Lo que parece increíble es que estas figuras inspiradas en el estilo japonés chibi de rasgos aniñados se han convertido con el paso del tiempo en un objeto de culto, alcanzando prácticamente todos los ámbitos imaginables: deportistas, músicos, actores y actrices, películas, personajes de Disney y la lista continúa, facturando cientos de millones de dólares alrededor de todo el mundo.
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Además, varios modelos descontinuados y hoy inconseguibles pueden vaciar tu bolsillo. Por ejemplo, pude ver con mis propios ojos una edición Funko Pop! Del personaje Rocky en su primer película que te entregaban por módicos ocho mil pesos; o una figura de Dumbo, el famoso elefante de Disney a cambio de diez mil pesos. Y estos son sólo modestos ejemplos, Alex, el personaje de Stanley Kubrik en Naranja Mecánica posee una versión que alcanza los veintiséis mil dólares, unos quinientos veinte mil pesos mexicanos.
Con estos antecedentes la música resulta un suelo por demás fértil para estos simpáticos (o para algunos, horrendos) personajes. Eddie Van Halen, Angus Young, Slash, Freddie Mercury, escoge el tuyo. Tener una figura Funko es la nueva forma de ser inmortalizado para las nuevas generaciones, es una referencia de popularidad y trascendencia, un boleto de inserción a la cultura pop.
Lo bueno es que, si no estás en esta lista de personajes, también existen algunos sitios donde te los hacen personalizados bajo pedido. ¿Y tú, ya tienes el tuyo?