Cuentan los hechos históricos que la música electrónica es producto de la revolución industrial y que con la distribución de la luz eléctrica y el cableado de las ciudades hacia finales del siglo XIX surgieron los primeros instrumentos electrónicos.
Durante la década de los 40s, fue la cinta magnética —antecesora del cassette— la que permitió grabar y editar manualmente las primeras composiciones de música elevtrónica, un género llamado así por la naturaleza de los teclados empleados para componerla e interpretarla.
Sin embargo, los primeros en tomar en serio la oportunidad de un nuevo género, y desarrollar tecnología para hacer música durante los años 60s fueron los japoneses y los alemanes, quienes aprovecharon el florecimiento de las computadoras, fue así como todo comenzó a cobrar un sentido comercial y los pioneros del género pusieron sus primeras grabaciones a la venta en discos de vinilo.
Del rock progresivo alemán —también llamado kraut rock— surgió Kraftwerk, a quienes se les considera los padres de la música electrónica. Editaron su primer álbum en 1970, que se convirtió en una influencia vital para todos los grupos que emergieron durante los años 80s.
A finales de los 60s, los Beach Boys y Los Beatles, incorporaron a sus grabaciones experimentos con teclados electrónicos. La música psicodélica se vio enriquecida con los nacientes sintetizadores, fue así como entrados los 70s, los grupos fundadores del rock progresivo, los instrumentos clásicos del rock comenzaron a ser reemplazados por cajas de ritmos, baterías electrónicas y una variedad de teclados japoneses y alemanes.
A los músicos de entonces les sedujo aventurarse y producir música grabando sonidos electrónicos dentro de una computadora y en Inglaterra surgió un nuevo género llamado techno pop, de donde emergieron cualquier cantidad de bandas muy importantes que definirían el sonido de los 80s.
Destacó Depeche Mode, un grupo formado en Basildon iniciando la década, cuyo debut discográfico titulado Speak and Spell tuvo lugar en 1981.
La música electrónica, se convirtió en un género que gobernó las listas de popularidad en el mundo durante la década de los 80s. La tecnología aplicada a la música no sólo les solucionó la vida a miles de productores, sino que se convirtió en una moda que dio lugar a varios géneros comerciales que vendieron millones de discos como el dance que reemplazo los violines y a las orquestas de la música disco.
Grandes productores y creadores que han pasado a la historia como Giorgio Moroder hicieron bandas sonoras de películas utilizando solamente instrumentos electrónicos y programando sintetizadores y, aún las grandes leyendas del rock como Eric Clapton, el propio Elton John y Paul McCartney optaron por incorporar los nuevos ritmos a sus grabaciones, cambiando su sonido y manteniéndose actuales.
Muchas agrupaciones se hicieron cien por ciento electrónicas, disminuyendo sus costosos de grabación y ampliaron sus espectros creativos.
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Una de las vertientes de la música bailable en los 80s fue el High Energy, género 100% electrónico que además de abrir las puertas de la diversidad con artistas como Sylvester y Divine tuvo en México un éxito rotundo. Durante los ‘90 el Eurodance proveniente de Alemania y Escandinavia siguió nutriendo de conceptos desechables pero exitosos la escena electrónica, paralelamente en Francia se desarrolló un movimiento fundamental para la electrónica llamado French House. Tras el éxito obtenido por Jean Michelle Jarre en los ’70, los jóvenes franceses se aplicaron y desarrollaron un sonido muy característico que importaría de Chicago algunos conceptos, pero que fundamentalmente era “Música hecha en casa”.
Comenzando con Space, grupos como Stardust, Cassious y Air se consolidaron como los pioneros del movimiento, pero fue un dueto espacial llamado Daft Punk el que realmente trascendió hasta su disolución a principios del 2021 como el principal referente de la música electrónica de Francia y del mundo entero, tomando lo mejor del disco, del progresivo y del dance.
En los 80s, nació el high energy, un género cien por ciento electrónico, le abrió las puertas de la diversidad a artistas como Sylvester y Divine, encontrando en México, un éxito rotundo. Durante los 90s el eurodance proveniente de Alemania y Escandinavia siguió nutriendo de conceptos desechables pero exitosos la escena electrónica. Al mismo tiempo en Francia se desarrolló un movimiento fundamental titulado french house.
Tras el éxito obtenido por Jean Michelle Jarre en los 70s, los jóvenes franceses se aplicaron y desarrollaron un sonido muy característico que importaría de Chicago algunos conceptos, pero que fundamentalmente era música hecha en casa. Comenzando con Space, grupos como Stardust, Cassious y Air se consolidaron como los pioneros del movimiento, pero fue un dueto espacial llamado Daft Punk el que realmente trascendió hasta su disolución a principios del 2021 como el principal referente de la música electrónica de Francia y del mundo entero. Su obra maestra y último álbum apareció en el 2013 con el nombre de Random Access Memories, colocándose como una de las 10 mejores piezas de música electrónica de la historia.
Los disc jokeys de Europa, Japón y Norteamérica encontraron en la electrónica un Oasis millonario y, con la proliferación de los festivales en el siglo XXI los tentáculos de la música realizada cien por ciento por computadora, mediante procesos digitales y sintetizadores han impactado a los jóvenes y a la mayoría de los géneros por todos los confines del mundo.