La Sirenita es una de las cintas animadas más importantes en la historia de Disney, responsable de salvar al estudio de animación de una crisis económica que arrastró desde finales de los 70s ha finales de la década de los 80s. La historia de amor de Ariel y Eric dio paso a que Disney produjera cintas con mayor calidad tanto creativa como en animación durante la década de los 90s, entre ellas El Rey León, Aladdin, Mulán, Pocahontas, La Bella y la Bestia, etc. Así con el paso de los años, no era descabellada la idea de ver una adaptación de acción real de La Sirenita.
Se tuvo que esperar más de cuatro años para que La Sirenita se estrenara en las salas de cine de todo el mundo, con factores como la pandemia y re-filmaciones que afectaron su realización y fechas de estreno pautadas anteriormente.
El live action de La Sirenita presenta una versión moderna y refrescante de la clásica historia de Disney. La actuación de Halle Bailey como Ariel le da dignidad y profundidad a este querido personaje, haciéndola relevante y atractiva para una nueva generación. Su voz es hermosa y emotiva captando perfectamente la magia y el misterio de una sirena que encanta con su canto en las interpretaciones de los temas «Part of Your World» «For the First Time» —y las breves melodías que dan seguimiento a Part of Your World —.
Se enfatizan aspectos relevantes de la historia, como la curiosidad innata de Ariel, su espíritu libre y su deseo de experimentar el mundo humano. Su búsqueda por seguir sus sueños y hallar su propia voz simboliza un mensaje valioso sobre el auto descubrimiento y la valentía de romper límites.
Si bien algunos elementos han cambiado, la película parece quedarse corta en los efectos visuales, que a menudo parecen artificiales y poco convincentes en comparación con otras producciones de gran presupuesto de Disney. En particular, las escenas submarinas carecen de la magia y viveza visual que uno esperaría, haciendo que el reino de Ariel luzca más genérico que memorable. Sin embargo, la esencia emotiva de la historia clásica permanece intacta. El romance entre Ariel y Eric se siente auténtico, gracias en parte a la química palpable entre Halle Bailey y el príncipe Eric interpretado por Jonah Hauer-King. Es evidente que los efectos visuales no fueron la prioridad, pero afortunadamente el enfoque se mantuvo en cosas más cruciales como el desarrollo del personaje, la música y la narración de la historia.
Melissa McCarthy como Úrsula captura la esencia divertida y maliciosa del querido villano de Disney. McCarthy le inyecta su propio ingenio y comedia física al papel, haciendo de Úrsula una antagonista memorable que es amenazadora pero también divertida. Su interpretación honra lo que hizo especial al personaje original al mismo tiempo que le agrega su propio toque único, creando una villana carismática que roba cada escena en la que aparece.
La banda sonora modernizada, compuesta por Alan Menken logra capturar la magia de la original al tiempo que refleja los sentimientos de amor, anhelo de libertad y deseo de conocer el mundo por parte de la pareja protagonista. Ya se encuentra el soundtrack completo disponible en las plataformas digitales para que lo disfrutes.
En general, este live action logra traer a La Sirenita de Disney a las audiencias del siglo XXI, conservando los elementos que han hecho de este un cuento conmovedor que ha cautivado generaciones, mientras renueva la historia con una protagonista que representa una Ariel verdaderamente digna para una nueva era.
