‘Memento Mori Tour’ desde el Madison Square Garden

La primera parte de la gira Memento Mori de Depeche Mode llegó a su fin, tan solo para abrir paso a lo que vendrá.
Memento Mori

Dicen por ahí que el esqueleto de un pez muerto no dura mucho en el océano. Sus restos son comidos y tragados por mil especies en mil instantes, mientras el agua ondula, menea y distrae. Y los mordiscos son mudos, nadie los nota, y del pez del pasado no queda nada en el presente.

La muerte.

De la partida de Andy Fletcher tampoco queda mucho. Dos horas en el Madison Square Garden y de su deceso no se dice demasiado. Al contrario, Gahan pronuncia su nombre a la mitad del show ante sus vecinos, con respeto y alegría a partes iguales. Culmina «World in my Eyes», donde durante cuatro minutos el genial Corbijn ha jugado con una imagen fija a blanco y negro del «Fletch» jovial de los tiempos de Violator, bien puesta en las pantallas gigantes del Garden, mientras los fans hacen esa especie de antifaz tributo con los pulgares y los índices. Hacia el final de la canción predilecta de Andy, sus ojos se han cerrado. Es entraña pura el momento. Devoción más que lamento.

Hace minutos Gahan ha vuelto a la tarima para el second half tras el par de canciones habituales que interpreta Gore. «La hermosa y angelical voz del señor Martin Gore», ha dicho el flaco apenas terminó «Soul with Me» en versión acústica. La primera mitad del show encumbró entre rojos a «Walking in my Shoes», permitió el jugueteo con «It’s No Good» y mandó a cientos de vuelta a sus asientos en «Sister of Night». Ahí se supo quiénes son los elegidos y quiénes solo ofrendan por el Depeche más comestible y tribunero. De ese cordón inicial, «Wagging Tongue» ha retumbado con excelsitud (resistirá toda la gira) y «Everything Counts» ha marcado la cúspide, pero «Speak to Me» ha volado incluso encima del pico. Entre imágenes de cruces afiladas en un cementerio sin gente arrodillándose, ha sido un orgasmo de muerte.

Para esta parte final, la ovación del Garden muestra por qué «I Feel You» aún no debe salir del set, y de las dos no obvias como «Wrong» y «John The Revelator», la segunda acarrea más aplausos. «Enjoy the Silence» abandona sus imágenes juguetonas de otros tours y suena maravillosa al tiempo que unos cráneos rotan sobre su eje y decoran el fondo. Tras el único descanso, la «Condemnation» más country y menos góspel de la historia pone a salvo la garganta de Gahan e incluye un reinicio lleno de risas por un error de Gore. Gahan dice que necesita hacerse de otra guitarra. Y ya al final, comprendiendo que nada emocionará tanto a muchos depecheros como la chiclosa «Just Can’t Get Enough», una «Never Let Me Down Again» ligeramente más acotada y una «Personal Jesus» negada a ser sepultada rematan el primer hilo de diez recitales del Memento Mori Tour.

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Pletóricos y brillantes, Gahan y Gore son ahora una mancuerna fascinante y suficiente para hacerse cargo de todo. Del deceso de Fletcher, aunque se siente mucho, no se dice tanto. Como reza el nuevo álbum, algún día todos moriremos, pero mientras tanto, hay tiempo. Hay tiempo a pesar de la muerte. Hay Depeche a pesar de la muerte. Hay Depeche incluso girando y bailando… alrededor de la muerte.

Los Mode han logrado lo que nadie más. Han sacado un tour cuando todo estaba en jaque. Y han provocado un orgasmo a partir de la muerte.

Nada de peces muertos en estas aguas negras.