David Bowie fue, sigue siendo y será un personaje fascinante, ya sea por su música, su personalidad o su historia de vida, siempre reinventándose y capturando la esencia de su tiempo a pesar de lo atemporal que resulta su música, su entorno extraterrestre, de misterio e irrupción lo convierte en uno de los artistas más influyentes de todos los tiempos, su obra tiene la capacidad de hacerte viajar a lugares mágicos e inesperados que a través de todas las ramificaciones del arte aterrizan en el planeta Bowie, una super estrella que anunció su propia muerte con un magistral requiem sonoro que jamás olvidaremos.
El norteamericano Bret Anderson se tomó cinco años para poder realizar el más ambicioso documental musical que hayamos visto, un caleidoscopio con perturbadoras y vanguardistas escenas tomadas de obras cumbre de la cinematografía pasando por Nosferatu, Fritz Lang, Bergman y hasta Barbarella entre muchos otros.
Moonage Daydream se aleja de lo convencional para brindarnos un viaje cósmico y espectacular sin recurrir a testimoniales de entrevistados sino en la voz del propio camaleón y además sonorizado genialmente por Tony Visconti, logrando refrescar a más de 40 temas, la mitad hits clásicos y la otra parte vanguardistas y conmovedoras remezclas logradas por la mas alta tecnología, a material de sus casi seis décadas musicales en donde las letras se ilustran, brincando de una etapa a otra y sin necesidad de mencionar a los clichés de sus álter egos ya conocidos como el «Major Tom» o «The Thin White Duke».
La banda sonora se convierte en un obligado para los que amamos el inmenso legado del artista del siglo para los británicos ya que refresca y ofrece otros caminos que cautivarán a las antiguas y nuevas generaciones con sorprendentes novedades durante dos horas y veinte minutos entre los que destacan «Hallo Spaceboy» al lado de Pet Shop Boys y parte del álbum conceptual Outside de 1995 que marco el regreso de Brian Eno como productor, muchos años después de la famosa trilogía Berlinesa que llevo a nuestro héroe a la experimentación total.
«Wild Eyed Boy From Freecloud» de 1969 dedicada a los que sienten que los dejan fuera y al margen de las cosas. «All The Young Dudes» de su transgresora etapa setentera como «Ziggy Stardust» y que compusiera y produjera para sus admirados Mott The Hoople. «The Jean Genie/ Love Me Do» combinación de su clásico glam con uno de los primeros éxitos de The Beatles que mostraba sus dotes en la armónica junto al gran guitarrista Jeff Beck.
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Del mítico álbum Heroes de 1977 el tema que da nombre y «Warzawa» hipnótico tema del duodécimo disco de estudio. «Space Oditty» original de 1969 e inspirada en el viaje a la luna es completamente refrescada, «D.J.» del visionario e influyente «Low», un presagio al estilo que vendría mucho tiempo después y que haría un cambio en la música.
Hay momentos de amor por su mujer Iman representados por la conmovedora «Word On A Wing» de 1976 y tomada de Station To Station , cabe mencionar dos desconocidos temas que son memorables en el documental ambos de 1969 «Cygnet Committee» (We Want To Live , i Want To Live …Live, Live …) con toda la influencia de Dylan y la psicodélica y progresiva «Memory Of A Free Festival» .
«Modern Love» de 1983 incluida en el disco de estudio número 15 y el más vendido de su tremenda carrera Let’s Dance, además de muchas más reflexiones sobre los cambios en su rumbo musical y el nuevo siglo hasta llegar a la despedida de Dark Star su vigésimo y último álbum en vida del 2016 . Imposible de ignorar resulta Moonage Daydream que te hará soñar con el hombre que cayó a la tierra para después convertirse en una leyenda que vivirá por siempre.
