Queen compuso «We are the Champions», Iron Maiden creó «The Trooper» y Franz Ferdinand tejió «Take Me Out».
Muse no se quedó con ganas e hizo «Knights of Cydonia».
En el universo de las potestades del rock siempre hay un tema épico confeccionado para tragarse mundos enteros de un bocado. El que mete un estadio con 50,000 seres vivos en la licuadora y oprime el botón. El que consagra un momento y existe para cerrar un concierto.
Así todo con la última pieza de Black Holes and Revelations (2006), la que con los batacazos de Dominic Howard y el bajo de Chris Wolstenholme simula una cabalgata a todo galope que hace sentir que moriremos despedazados si no nos sujetamos bien. El musculoso single que surgió para resumir en seis minutos las obsesiones de Matt Bellamy por las aventuras del viejo oeste y los misterios de la vida extraterrestre. Así, todo junto.
“¿Escuchaste alguna vez sobre caballos galopando y bombas cayendo? En los años 50 comenzaba la vibra nuclear que sembró mucho temor. Además, fue un periodo en el que proliferaron los avistamientos de OVNI. Hoy estamos entrando en otro tiempo en el que las tensiones aumentan, al igual que los avistamientos. ¡Los aliens están ahí afuera..!”
La voz excitada de Bellamy ante el enviado de la revista Kerrang para explicar la trama de «Knights of Cydonia» hizo que éste considerara apagar la grabadora, tomar a su esposa e hijos y, en la última brizna de consciencia, ir a esconderse a un búnker que los salvara de la invasión. Por fortuna, la intervención oportuna del bajista Wolstenholme paró el calambre y el plan de escape del periodista: “Digamos que escuchábamos mucho a Ennio Morricone…”
Y, sí. Mucho antes de concebir la canción, Bellamy había pasado un largo tiempo en la tierra del más gran compositor de temas de películas, así que un buen día se declaró listo para ponerse el sombrero e imaginar la llanura donde el viento sopla en el sentido de las balas de rifle y el silencio acompaña al pistolero antes de batirse a tiros. Una nueva historia de vaqueros se había metido en su cabeza. Pero -¿por qué no?- había que montar el duelo en otro planeta.
“Pensaba en una locura salida de las cintas wéstern tipo Clint Eastwood, Ennio Morricone y cine clase B. Mi padre tocaba en una banda llamada The Tornados y abordaba esta clase de música”, dijo Matt.
Aclarada la influencia del lejano oeste, restaba profundizar en los jinetes de Cidonia, región ubicada en el hemisferio norte de Marte que Muse inmortalizó en la tapa del Black Holes and Revelations. Ahí aparecen cuatro extraños sentados alrededor de una mesa.
“Los cuatro hombres representan una parte del Apocalipsis, cada uno con un traje que simboliza una dolencia de la humanidad”, reveló a The Sun en otra oportunidad el hombre que, cuando en 2012 fue cuestionado acerca de la misión sobre la superficie marciana del robot todoterreno Curiosity, contestó: “Se dice que podría haber alguna forma de vida en Marte. Ojalá encuentren a los caballeros de Cidonia de los que tanto he hablado.”
Tras rodar cerca del cráter Gale de Marte para taladrar rocas y extraer muestras de polvo del planeta rojo, el artefacto halló en 2018 compuestos orgánicos de tres mil millones de antigüedad que advierten la entonces existencia de un lago.
Pero no hubo más. De los cuatro jinetes que inspiraron a Bellamy para crear la hiperbólica canción con la que Muse acaba sus cabalgatas en estadios abarrotados -incluyendo una intro de “Man with a Harmonica” de Morricone- no se ha obtenido un solo dato.