Debbie Harry, el gran icono de Blondie

Platicamos con Debbie Harry de Blondie sobre su trayectoria en la banda y en solitario. Aquí la entrevista.
Blondie
Foto: Cortesía OCESA / César Vicuña

M.L.: Conocí  a los 17 años Plastic Letters, el segundo álbum de Blondie de 1977, «Denis», cover de un tema de 1963 originalmente llamado «Denise» y que adaptaste al genero masculino, fue uno de mis himnos new waveros en las fiestas y desde ese entonces había un slogan que me hacía ruido en la cabeza…
«Blondie es una banda no una cantante» y parafraseando a James Brown me atrevo a decir que no sería nada sin Debbie Harry, has hecho 11 álbumes con Blondie y cinco en solitario, tienes más de 50 films como actriz, cuatro canciones Número Uno en Estados Unidos y seis en el Reino Unido, escribiste tu autobiografía… ¿Hay algo que no hayas hecho?

D.H.: Bueno, nunca me he aventado de un avión.

M.L.: Sabes que eres una leyenda de la música y un ícono de la moda, tu estilo ha influenciado desde Madonna hasta Miley Cyrus solamente por mencionar a algunas de 45 años para acá, por lo tanto me gustaría preguntarte ¿quién ha sido influencia para ti?

D.H.: Definitivamente el jazz y los grupos femeninos de R&B marcaron mi vida musical y visualmente hablando, mujeres poderosas como Ronnie Spector, Janis Joplin y Grace Slick me inspiraron para liderar a una banda, algunas británicas como Dusty Springfield todas ellas fantásticas influencias.

M.L.: ¿Estabas más metida en el soul y R&B —cómo Motown o Phil Spector— que en la psicodelia?

D.H.: Definitivamente, me encantaba buscar nuevos sonidos especialmente con Phil Spector, un verdadero genio que creó un estilo único en la música, rompió creativamente muchas barreras.

M.L.: Voy a mencionar algunos nombres importantes en tu tremenda trayectoria, comienzo con Warhol ¿Qué nos puedes decir sobre Andy?

D.H.: Lo he dicho varias veces, el era muy lindo conmigo y me resultaba muy fácil trabajar con él, se dicen muchas cosas  y hay opiniones encontradas sobre su persona pero a mi siempre me apoyó al igual que a nuevos talentos en fantásticos proyectos que trajeron a nosotros a Keith Haring, Kenny Scharf y a Jean Michel Basquiat que inclusive aparece en el vídeo de «Rapture».

M.L.: En 1983 al saber que aparecías en la película Videodrome de David Cronenberg corrí a verla, cinta visionaria y perturbadora, adelantó lo que vendría ¿Qué nos puedes decir al respecto ?

D.H.: Yo estaba como actriz, el creador fue Cronenberg, innovando la creatividad del futuro, adoro sus cintas, inclusive las que no son sobre ciencia ficción sino violencia como la mafia rusa en Eastern Promises del 2007 , me gustó trabajar con él, sabe exactamente lo que quiere y lo hace fácil para los actores.

M.L.: De tus múltiples trabajos para el cine y televisión ¿Hay algún favorito para ti ?

D.H.: Debo decir que me encantó colaborar para John Waters en Hairspray de 1988, fue muy divertido, recuerdo que el último día de rodaje nadie quería que se acabará, algo que nunca sucede, fue grandioso.

M.L.: Hablando de productores musicales ¿cómo se dió el encuentro con Giorgio Moroder para la mítica American Gigolo?

D.H.: No estoy realmente segura pero el escribió una canción llamada «Man Machine», tenía una letra diferente y la ofreció a varias cantantes entre ellas a Stevie Nicks y finalmente no se cómo, pero llegó a mi, le dije que no me sentía cómoda con la letra y le pedí cambiar la letra, en el hotel R.R. de la Quinta Avenida en Nueva York el director Paul Scharader tenía una suite y ahí Chris Stein y yo, vimos un primer corte de la cinta, los hermosos visuales me inspiraron y motivaron para escribir «Call Me» (después supe que la paleta de colores era creación de Giorgio Armani, quien estaba comenzando y aún no era tan famoso y exitoso y eso fue impresionante para nosotros dos así como la historia para hacer las líricas).

M.L.: Con «Call Me» y «Hot Stuff» de Donna Summer inicio el género del disco rock, inclusive recuerdo que la grabaste en castellano y por cierto es una carísima pieza de colección.

D.H.: (Risas)

M.L.: Nile Rodgers y Bernard Edwards fueron los productores de mi disco favorito en solitario tuyo (además de la genial portada de H.R. Giger) ¿Qué nos puedes contar sobre Kookoo?

D.H.: Trabajar con Nile fue maravilloso y la trágica partida de Bernard, devastadora, un músico fuera de serie, tanto Chic como Blondie éramos muy populares, queríamos la escencia funky de Chic unida al pop rock de Blondie mezclando la experiencia de ambos y uniendo fuerzas lo logramos. Para Kookoo fuimos a Suiza a trabajar con Giger lo que fue una maravillosa experiencia, nuevamente usaré el término genio ya que es imposible no llamarlo así, tristemente es un tanto desconocido y poco reconocido, su arte debería estar en museos de todo el mundo, Chris Stein tomó muchas fotografías y las pusimos en un libro que saldrá pronto al igual que la reedición de este memorable álbum de 1981.

M.L.: Finalmente platicamos un poco sobre la participación del inmenso músico Robert Fripp en Fade Away and Radiate, parte del álbum que los lanzó a la fama internacional Parallel Lines, el tercer disco de Blondie en 1978…

D.H.: Fripp fue encantador, yo diría un caballero con una refinada y fuerte personalidad, le gusta ser exacto y preciso, suele decir que vive en el sur de Gran Bretaña y que es el vecindario del universo.

M.L.: A manera de despedida tributo la última pregunta ¿Cómo se puede ser tan grande y tan bella por dentro y por fuera y a la vez tan sencilla y humilde?

D.H.: (sonríe y me manda un gran beso)

Blondie
Foto: Cortesía OCESA / César Vicuña

El concierto fue inmaculado, todos sus clásicos, Clem Burke el único miembro original en la batería, grandes músicos de otras generaciones y ella en tono de rosa mexicano demostró dignamente a los 77 años que sigue siendo una diosa atómica y de una u otra forma, columna vertebral del rock pop de aquí a la eternidad.

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