´The Boys´: Los superheroes llegan a la casa blanca

En un año donde las series de streaming han fallado en cuanto a calidad y dirección, se esperaría que un show ya cimentado como el «patea traseros» de los proyectos de superhéroes ofreciera una intensa y emocionante cuarta temporada, especialmente sabiendo que su siguiente temporada será la que cierre toda la historia principal.

The Boys se ha posicionado como la alternativa para quienes están hartos de los mal logrados productos de Marvel y DC, ofreciendo un camino violento y adulto que nos muestra a héroes que no necesariamente son buenos. La serie da vida a la doble moral y a los secretos de industrias como el entretenimiento, reflejando la necesidad de mantener fijo el ojo y consumo del espectador en sus estrellas, tal como Hollywood hace en nuestra realidad.

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Este formato crudo y sin censura ha funcionado por tres temporadas, apoyado por un elenco y soundtrack -encabezado por Billy Joel- que se han convertido en la predilección de la audiencia. Sin embargo, su cuarta temporada parece haberse estancado en la crítica política y social en lugar de aportar algo significativo a la trama.

Es sabido que 2024 es un año de tensiones políticas y sociales alrededor del mundo, y The Boys se ha sumergido profundamente en la sátira de la división de bandos en Estados Unidos. Pero ¿desde cuándo dejó de ser una serie de superhéroes para convertirse en una larga propaganda política? Aunque es cierto que The Boys es una parodia de los aspectos más conservadores y controvertidos de la sociedad, sus guionistas no supieron conectar las historias de todos sus personajes en un conflicto coherente.

El primer personaje en verse afectado es Frenchie (Tomer Capone). Su historia, más que explorar su sexualidad, se torna aburrida y sin rumbo, creando un arco de redención poco creíble que solo rellena minutos valiosos de cada episodio.

Uno de los fallos más terribles y absurdos es el uso de Hughie Campbell (Jack Quaid), quien es reducido a un patiño tanto de humanos como de supers, siendo víctima en dos episodios consecutivos de situaciones de abuso sexual. Aunque estas decisiones se pueden argumentar como parte de la esencia del show desde el cómic, no aportan un contexto útil a la historia y son utilizados como alivios cómicos que tampoco brillan por ser graciosos o innovadores, solo sirviendo para generar debate sobre la concientización del abuso sexual en hombres.

El final de temporada trajo la tensión que se necesitaba en los ocho episodios de esta historia que abarcaba política, una posible pandemia y tramas estancadas, pero a pesar de la acción violencia y tensión no logró compaginar lo que se necesitó estructurar desde el primer episodio. Es preocupante que solo quede una temporada para cerrar la historia principal de The Boys. ¿Realmente se pueden enmendar tantos errores en la próxima temporada? No es de sorprender que esta cuarta temporada esté muy mal puntuada en sitios especializados, ya que la espera desde 2022 culminó en una decepcionante continuación.

El mejor personaje de toda la temporada fue A-Train (Reggie Franklin), quien brilla más que el mismo Homelander, redimiendo sus acciones de las temporadas pasadas mejor que Frenchie o Billy Butcher. ATrain se convirtió en un personaje con el cual el público puede encariñarse, a pesar de las tensiones que lo rodean al ayudar al equipo de The Boys.

La cuarta temporada de The Boys está disponible en streaming, siendo uno de los estrenos de verano que pueden llamar la atención del público con personajes poco convencionales.