Hace 50 años, el mundo fue testigo del estreno más impactante de la década de los 70: El Exorcista. Esta película no solo llegó para marcar un hito en la historia del cine, sino que también dejó un legado en la psique del público, generando reacciones nunca antes presenciadas en un estreno de terror en la gran pantalla.
El legado de la historia de la posesión de Regan perdura en la industria cinematográfica, inspirando a innumerables películas de exorcismos. Sin embargo, ninguna de estas sagas ha logrado siquiera acercarse a la trascendencia cultural que posee El Exorcista. Muchas de estas producciones pecan al depender en exceso de efectos visuales a computadora y de jumpscares para tratar de asustar a la audiencia.
A pesar del arraigo que El Exorcista ha tenido en la cultura cinematográfica, su historia no ha estado exenta de decisiones desacertadas en cuanto a continuaciones y adaptaciones. —También te podrá interesar: ´Saw X´: La precuela que reivindica los errores de la saga
En 1977, se lanzó la primera secuela, El Exorcista II: El Hereje, una película que a menudo es catalogada como una de las peores secuelas en la historia del cine. A pesar de los esfuerzos de la joven Linda Blair por darle profundidad y significado a su interpretación continua de Regan, la película no logró alcanzar las expectativas.
En 1990, se lanzó la tercera entrega de la saga, y en 2016, se intentó una serie de televisión que, desafortunadamente, fue cancelada después de solo dos temporadas. Estos intentos de expandir la historia sugieren que el público prefería que la película original de 1973 se mantuviera intocada, ya que la idea de hacer un remake parecía, en su mayoría, algo menos que prometedor. Lamentablemente, esta idea se materializó en una secuela que no estuvo a la altura de la película original.
El Exorcista: Creyentes llega en un año que no ha sido el mejor en cuanto a recaudaciones en taquilla y críticas, en un momento en que la industria cinematográfica se encuentra saturada de películas de exorcismos y lucha por ofrecer al público auténticas experiencias de horror en medio de la creciente dependencia de efectos computarizados y más vicios del cine comercial.
La trama se desenvuelve en torno a las protagonistas Angela (interpretada por Lidya Jewett) y Katherine (encarnada por Olivia O’Neil), dos mejores amigas que deciden aventurarse en las profundidades de un bosque en plena noche. Su objetivo: realizar una inquietante «sesión de juegos» con péndulos con la esperanza de establecer contacto con el espíritu de la difunta madre de Angela. Pronto, los padres de Katherine, así como el padre de Angela, se percatan de la desaparición de sus hijas. Días después, ambas niñas regresan y son hospitalizadas; sin embargo, su comportamiento se torna inquietante tras ser dadas de alta del hospital.
Angela arremete violentamente contra su propio padre, mientras que Katherine se presenta en una misa con la ropa empapada en sangre y hablando con una voz grave. La desesperación de ambas familias les lleva a buscar ayuda, sospechando que sus hijas han sido poseídas por una presencia maligna. La gran sorpresa de la película es el regreso de Chris MacNeil (interpretada por Ellen Burstyn), la madre de Regan.
Chris está decidida a enfrentar definitivamente a Pazuzu, el demonio que ha esperado su regreso y le recuerda cómo Regan se distanció de ella debido a que escribió un libro sobre la posesión de su hija. A pesar de los esfuerzos de Chris por ayudar a la familia de las niñas poseídas, su partida es inminente, ya que Pazuzu se ha vuelto más poderoso debido al debilitamiento de la fe católica. La batalla entre Dios y el demonio se deja de lado para dar visibilidad a creencias que no están necesariamente vinculadas al catolicismo o al cristianismo, permitiendo que, en cierto sentido, el demonio obtenga la victoria.
La película podría haber llevado cualquier otro título, ya que utilizar el nombre de El Exorcista como una estrategia de marketing para llenar las salas de cine es cuestionable. La película se destaca por actuaciones exageradas, efectos incómodos y una trama que se asemeja a las entregas de 1977 y 1990 en lugar de ofrecer un seguimiento sólido a un legado que quizás habría estado mejor sin una secuela.
Si estás buscando una experiencia aterradora para la temporada de Halloween de 2023, El Exorcista: Creyentes no es la mejor elección. En su lugar, sería recomendable disfrutar de la película de 1973 para obtener una auténtica dosis de susto.