¿Puede una banda, después de 25 años de trayectoria, seguir divirtiéndose? Muchas respuestas pueden apostar que sí, mientras que otros negarán tal idea. Sin embargo, para Kings of Leon, su nuevo álbum Can We Please Have Some Fun es una apuesta y demostración real de que, después de 25 años, aún disfrutan haciendo nuevos proyectos y ofreciendo al público nuevas facetas de su música.
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Can We Please Have Some Fun es un álbum que destapa el alma de sus intérpretes, un recuento de sus raíces que los catapultaron hasta convertirse en las estrellas que son hoy en día. Con solo 12 canciones, grabadas en el estudio Dark Horse, el sonido de las pistas se siente como una sincronicidad entre lo tradicional de la banda y la exploración de nuevos rincones, brillando con temas como Split Screen o Rainbow Ball.
«Mustang» se potencia con la voz de Caleb Followill, y los matices de cada tema son entrañables y agradables al oído. Este proyecto se siente como un trabajo familiar, hecho con cariño, una mera diversión que surge de años de un trabajo sólido que ha unido a sus integrantes y los ha mantenido vigentes en una industria que ha cambiado drásticamente desde el lejano 1999.
Se evidencia que la banda se tomó en serio los criterios creativos con el álbum, su producción y estética. Sin duda alguna, Can We Please Have Some Fun puede ser considerado uno de los mejores álbumes del año. Todas las canciones fueron escritas y compuestas en conjunto por Caleb Followill, Jared Followill, Nathan Followill y Matthew Followill.
Aquí te dejamos los títulos de las 12 canciones:
«Ballerina Radio»
«Rainbow Ball»
«Nowhere to Run»
«Mustang»
«Actual Daydream»
«Split Screen»
«Don’t Stop the Bleeding»
«Nothing to Do»
«M Television»
«Hesitation Gen»
«Ease Me On»
«Seen»