A solo un par de semanas de su lanzamiento en plataformas de streaming, Señora Influencer busca abrirse camino entre el público mexicano y captar la atención de los cinéfilos más exigentes. Pero, ¿de qué trata esta tan comentada película? Vamos desglosando poco a poco toda su trama y el mensaje que intenta transmitir a la audiencia.
Fátima (interpretada por Mónica Huarte) es una mujer que está en la cuarta década de su vida. Inicialmente, se dedicaba a ser voluntaria en un instituto para niñas y jóvenes, donde brilla por su habilidad para relacionarse con los más pequeños. Sin embargo, pronto se encuentra envuelta en problemas que resultan en su salida definitiva de ese lugar. Desde el principio, nos damos cuenta de que Fati es una mujer que ha sido infantilizada durante toda su vida por las personas que la rodean, especialmente por su padre, quien no le permite disfrutar de las libertades típicas que debería tener una mujer de su edad.
La carencia de una orientación adulta responsable y estable, combinada con su vida solitaria en su ostentosa residencia en una zona acomodada, impulsa a la mujer a adquirir un teléfono celular con acceso a internet para así buscar la conexión con amigos que no pudo establecer de manera convencional y presencial.
Las redes sociales se transforman en el refugio de Fátima, donde descubre el glamur con el que millones de personas enmascaran su vida cotidiana. La atención de la protagonista se centra en el perfil de Sofi Sojo (interpretada por Macarena García), una joven estrella de las redes sociales que se convierte en un ídolo para Fátima.
Otro descubrimiento significativo para Fati es una terapia que la ayuda a conectar con la mujer dormida en su interior, aquella adulta que anhela experimentar una vida sexual plena, así como concebir un bebé y vivir sin las limitaciones que siempre le han impuesto. Se va revelando que los padres de Fatima vivian una relación violenta, provocando que a su hija le tocara un ambiente hostil que no comprendía ni intentaba aceptar que Fátima necesitaba apoyo, cariño y conocer el mundo en todos sus matices existentes.
La película está lejos de ser una joya que pueda aspirar a la temporada de los premios más prestigiosos. No obstante, logra proporcionar un respiro a las tramas saturadas de romances mal ejecutados protagonizados por el mismo grupo de actores.
Mónica Huarte equilibra de manera correcta los aspectos más importantes de la personalidad de la protagonista, destacándose como la mejor elección de todo el elenco. El principal inconveniente de la película radica en su desenlace, concluyendo con una nueva vida para Fátima, alejándose de todo lo que conocía. Este desenlace se presenta como un relleno innecesario para los últimos minutos de la película.
Señora Influencer pone de manifiesto el lado más crudo de internet, demostrando que no es una herramienta diseñada para que los introvertidos o los inexpertos en la vida social puedan desenvolverse de manera saludable. Aunque existen foros, perfiles y numerosas opciones para interactuar y conversar, no garantizan la seguridad ni ofrecen experiencias libres de ciberacoso o de contenido potencialmente peligroso. Esto subraya la importancia de la atención profesional especializada, ya que el uso inadecuado de internet puede convertirse en un factor que afecte negativamente la salud emocional y mental de las personas involucradas.
El mensaje de la película puede resonar en aquellos que han experimentado el lado más áspero de las redes sociales, donde la paciencia, la igualdad y el respeto no son precisamente valores abundantes. Además, la cinta refleja de manera cruda el mundo superficial que rodea a los influencers, mostrando cómo manipulan a su audiencia vendiendo una vida de ensueño y afectando las mentes de aquellos que más vulnerables y carentes.